sábado, 22 de septiembre de 2007

Feria del libro antiguo

Como son las fiestas de la Mercè - el lunes es fiesta - hay muchas actividades programadas para este fin de semana largo. Entre otras, ayer empezaba en el Paseo de Gracia la 56ª Feria del libro antiguo y de ocasión. Yo ya había estado otro año, pero claro, esto cada año es un mundo así que ayer estaba deseando verla. Creo que los libreros también estaban deseando verme a mí, que soy presa segura.


Así que mientras que Manuel vino a casa con un libro que buscaba, yo vine con dos que buscaba y dos que encontré y no pude dejar. Los dos que no buscaba pero no pude dejar son los típicos: una edición "Enciclopedia Pulga" de Orgullo y Prejuicio que, como el nombre indica, es de lo más compacta y minúscula y, según me dijo el librero, porque en el libro no lo pone, es de la década de los 50. El otro es un Crisolín de Jane Eyre de 1959. Estuve a punto de no comprarlo, pero luego pensé en lo codiciados que están los Crisolines y lo compacto que era (y la de errores que había en el prólogo) y no lo pude resistir. Ya le dije a Manuel que creo que se ha abierto la veda para el coleccionismo de ediciones antiguas y monas de Jane Eyre. Peligroso, pero no la abrí yo.


Y los libros que sí buscaba eran dos de Carmen Martín Gaite. Fueron los primeros que leí, prestados, y posiblemente mis favoritos y siempre los quería pero me daba pereza comprarlos. Qué mejor ocasión: más baratos y con un poco de historia previa. Uno de ellos - Irse de casa - está muy nuevo. El otro - Lo raro es vivir - sí que tiene historia. Un tal Joaquín lo leyó e hizo anotaciones. Anotaciones no muy sesudas, pero sí muy curiosas. Cuando estaba hojeando el libro las vi y de hecho fueron lo que más me animó a comprarlo. El librero me lo advirtió como algo malo cuando lo estaba pagando, pero yo estaba encantada. Luego me pasé todo el trayecto a casa y el resto de la tarde fascinada por las anotaciones, algunas indescifrables. Me encantan.


Dice la frase: "... le gusta aprovechar los insomnios para trabajar" y añade Joaquín: "A mí también, para leer". Y desde luego se nota que al hombre le apasionaba la lectura.

De hecho había más libros de Joaquín en aquel puesto y aunque no me interesaba ninguno casi me dan ganas de volver y comprar más sólo para poder seguir leyendo sus anotaciones.

Por una de las anotaciones deduzco que Joaquín tenía hijos. Entendería que, una vez muerto su padre (que supongo que es lo que ha pasado), los hijos se deshicieran de los libros si estos no hubieran estado anotados. Pero con todas esas anotaciones me parece espantoso. Al menos yo he rescatado uno.

2 comentarios:

  1. Fascinante lo del libro comentado. Muy chulo. Cuando nos veamos me lo tienes que comentar con mas detalle, que a mi estas cosas tambien me parecen de lo mas interesante.

    Voy a estar un rato leyendome las entradas antiguas. Por cierto, que no tenia ni idea de lo de Muji, pero puedes estar segura que sere su primera clienta, si es que todavia no la han abierto... Paso por Fuencarral millones de veces y no he visto nada.

    ResponderEliminar
  2. Yo sigo encantada con mi libro. Ya te contaré. Si me cabe en la maleta te lo llevo y lo hojeas tú misma.

    Creo que yo pasé por Fuencaral a principios de julio y fue cuando vi el cartel y lo de futura inauguración. Pura casualidad, si no ni me entero.A ver qué te parecerá...

    ResponderEliminar